lentamente, sin dar demasiadas sacudidas al motor.
Sin darle demasiadas vueltas. Con una única pregunta:
¿Volveré a estar alguna vez allí arriba,
en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí,
donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente,
en ese mismo instante, ya sabe la respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario