Sé que no soy una princesa ... pero podríamos imaginar que sí =D

martes, 26 de julio de 2011

Quien no arriesga no gana. Hay ocasiones en que no queda más remedio que renunciar a la vida que conoces por un fin más noble. El precio puedes ser muy elevado, para tu corazón, alma y reputación. El resultado puede merecer o no la pena, imposible saberlo, y en realidad es irrelevante. Porque lo que le reconforta a uno, en definitiva, es tener la certeza de que hay cosas por las que merece la pena hacer un sacrificio.

No hay comentarios: